Aromas a helechos impregnan el aire,
acariciando las mejillas en la soledad.
Inspirando la paz del sonido de la brisa,
cual abrazo cálido de la tranquilidad.
Sentado entre robustos pinos por compañía,
dejando que el vuelo de la mente sea libre.
Una mente liberada de un cuerpo en paz,
equilibrio entre lo mágico y lo espiritual.
Cuerpo y alma, un todo lleno de vida,
armonizando con la tierra y el espacio.
Formamos parte de un universo de emociones,
cual océano de vibraciones y sensaciones.
Encontrarnos con nuestro mundo interior,
nos permite elevarnos a una conciencia cósmica.
Conciencia sobre lo importante y nada banal,
el poder del espíritu que envuelve el alma
Un espíritu cómplice de nuestras alegrías,
y dueño de la fuerza que nos hace luchar.
Un compendio de energías a armonizar,
sólo cuando el exterior calla y se aleja.
Ejercicio de amor por lo que somos y amamos,
sin caer en la trampa farragosa del egocentrismo.
Amarnos para descubrír una galaxia de paz,
que nos permite irradiar hacia los demás.
Dejando de maltratar nuestras virtudes,
esclavizadas por necesidades ajenas.
La libertad de ser es una elección irrenunciable,
un encuentro en una fase superior con el alma.
By Clemente