La ilusión siempre tiene dos caras,
dos imágenes de una misma idea.
Dos caras enfrentadas y unidas,
por un fino hilo imaginario y real.
Ficción y realidad conviviendo,
y a su vez confundiendo las razones.
Razones para creer e ilusionarte,
o entrar en una ilusioria razón.
Un camino lleno de dudas y sombras,
cuya salida solo dempende de la lucidez.
Quizá pueda parecer un camino tortuoso,
mas el inicio de cualquier acción,
conlleva la maduración de una idea.
En esa maduración nos despojamos,
de imágenes falsas y confusas,
capaces de hacernos fracasar.
Eliminadas del camino las malas hierbas,
nos lanzamos con el corazón en la mano.
Sintiendo cada mañana un motivo para luchar,
con la alegría recorriendo las venas,
y los latidos acompañando nuestros pasos.
By Clemente