El destino del viaje no era un lugar,
era el tránsito en si mismo.
Un recorrido de descubrimiento de los límites,
de traspasar la conciencia del presente.
Tomando distancia para poder acercarnos,
con la necesaria renovación del convencimiento,
del significado real de lo que somos,
de donde partimos y adonde deseamos ir.
By Clemente