De qué sirve una sonrisa,
si no la compartes.
De qué sirve ser feliz,
si no la compartes.
Compartir las alegrías,
provoca la sonrisa,
cual tenue luz.
Compartir la felicidad,
llena de brillos los ojos,
cuales destellos.
Compartir las tristezas,
muestra las debilidades
capaces de unir.
Compartir las derrotas,
enseña los caminos
de cómo levantarnos.
Compartir surge
de entrelazar,
de conectar
almas gemelas.
Almas capaces de aportar,
fuente de reciprocidad.
Permitiendo conversar
con serenidad,
una brisa impregnada
de aromas.
Abriendo caminos
de comprensión,
de un horizonte despejado
y luminoso.
Compartir es la llave,
para encontrar la felicidad,
escrita con letras
llenas de emociones.
By Clemente
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