En la frontera de lo irreal
y la imagen de la certeza.
Entre el deseo y los sueños,
en un encuentro con los sentidos.
Una bella flor surge entre dunas,
donde lo estéril fracasa.
Entre arenas áridas y hostiles,
una semilla al cielo se alza.
Una rendición de los desiertos
ante la belleza con pura magia.
Un brote mágico ajeno a la historia,
a contracorriente de lo cierto.
Pues la certeza es lo convecional,
lo establecido por los ciclos naturales.
Oídos sordos y ojos ciegos encontrarás,
al relatar lo inimiginable a los cuerdos.
Quizá porque el relato de la esperanza,
no tiene adeptos en mundos oscuros.
Un solo brote surgido entre tinieblas,
traerá más sonrisas que las espinas.
Por eso los cuerdos siempre negaran,
e impedirán cuidar la belleza de la flor.
By Clemente