La verdadera razón para vivir
no está en miradas ajenas,
surge del espíritu aguerrido
de quien mira al futuro de frente.
Una línea sinuosa dibuja la vida,
cual garabato de luces y sombras,
donde sale lo mejor de nuestra alma,
destello de una energía intensa.
Existan trincheras o praderas inmensas,
las conquistas vienen precedidas
del impulso enérgico por superar
los obstáculos y el futuro alcanzar.
Nada ni nadie puede arrebatar
el deseo potente de las victorias,
las cuales se refleja en miradas
llenas de pasión y ganas de amar.
By Clemente
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