Acaso no nos damos cuenta,
de que no podemos mirarnos,
que siempre encontramos
un punto de fricción.
De verdad, no percibimos
que el objetivo no es unir,
sino provocar cismas
entre formas de pensar.
Hasta los primitivos
pobladores de la tierra,
entendieron que la mejor forma
de cazar era en grupo.
Hasta las tribus
más ancestrales
y alejadas,
forman una piña para subsistir
y vivir en paz.
Que somos nosotros
los que los invadimos,
e incluso los ponemos
en peligro,
por la avaricia.
Una avaricia,
que nos está derrotando
como especie,
llevándonos a ninguna parte,
o quizá al abismo.
Cuántos imperios más
debemos ver caer,
para aprender
cual ha sido el error común.
La esperanza ilusoria,
es que los ciegos vean,
los sordos escuchen,
los mudos hablen,
y los paralíticos anden,
uniendo esfuerzos,
energías capaces
de convertirnos en humanidad.
By Clemente.