La amistad es la siembra de pequeños brotes,
que irán germinando durante nuestra vida.
Brotes a los que cuidar con actos de compartir,
con guiños de confianza y lealtad.
En el amor, la magia hay que crearla, cuidarla,
dejándonos ir por la brisa de los sentimientos.
Desprendernos de una parte de nosotros,
cual precio necesario de la evolución,
para poder llegar a sentir la felicidad.
La reciprocidad al final es la llave,
que permite a nuestro corazón,
conectar con el aire que respiramos.
By Clemente