Con los ojos
cerrados,
escuchando
el agua correr,
por el riachuelo.
Escuchando
el canto
de los pájaros,
y la mente
en blanco.
Escuchando
mis latidos
pausados,
con la respiración
como inspiración.
Aprender
a escuchar,
lo propio
y lo ajeno,
traspasando
el silencio
de los sordos.
Un aprendizaje
de serenidad,
cual susurro
del corazón
a la mente.
Un descubrimiento
de lo que somos,
encontrando
la capacidad
de evolucionar.
Escuchar
para saber
comunicar,
marcando
la distancia
con la controversia.
Silenciar
nuestra mente,
desterrando
los ruidos
que nos impiden
oír los latidos
del otro.
By Clemente
By Clemente