La diferencia es una semilla que brota sin pedir permiso.
Una nota musical, destacando en una sinfonía.
Una flor llamando la atención, en un frondoso jardín.
Alguien brillando entre la multitud, e imposible pase desapercibido.
Quizá la existencia de soñadores, incomode a los ciegos.
Quizá el pensador sea un extraño, en la jungla de la vulgaridad.
Quizá el violinista sea alguien especial, aunque efímero a nuestro oído.
Amar la diferencia es un acto egoísta, que nos permite ser libres.
Entenderla como único camino, para ser coherentes con nuestro corazón.
El día que matemos la diferencia, moriremos como seres humanos.
By Clemente