Cuanta fuerza existe dentro,
de corazas forjadas
por el dolor.


Cuanta alegría guardada,
en cajones de madera
oscura.


Gotas de vida surcando
lugares apartados,
por el cansancio.


Vemos la tristeza,
pero no la vida.

Vemos el dolor,
pero no la alegría.

La mirada es la llave,
la clave,
de ver más allá,
de reflejos equivocos.

Unos ojos capaces,
de surcar
el mar de las dudas.

By Clemente

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