Una playa de arena negra.


Una noche de luna llena.


Una copa de vino.


Una mirada de ternura.


Una mezcla de luces,
cual portal de felices
sueños.

Soñar despierto,
sintiendo
y escuchando
latidos propios y ajenos.

Encrucijada donde el momento,
fluye como llama,
intensa.

Llama cuyo calor
cobija,
un cálido camino
hacia cada amanecer.

By Clemente

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s