No importa la noche 
o el día,
sólo mirar el amanecer
con alegría.
Cada despertar es una oportunidad,
para abrazar momentos
de felicidad.
Perdemos la vida en discusiones,
o estériles conversaciones.
Perdemos el tiempo con la oscuridad,
donde lo tóxico campa
a sus anchas.
Damos la espalda a la sensibilidad,
por considerarla una debilidad.
Aprovechamos la solidaridad,
creyendo que nos
la merecemos.
Quizá debamos mirar
a los demás,
con la humildad
que merecen.
Porque encontrar nuestra felicidad,
no es el precio a pagar
por otros.

By Clemente

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