Convivir.

Cuando hablar se convierte en conflicto,
la verdad y las certezas son obstáculos.
Obstáculos para los ciegos y sordos,
amantes de la mentira cual manipulación.
Artistas de camuflar una verdad,
el desprecio sin rubor por los demás.
Existen por la ingenuidad nuestra,
por dejarlos aplastar la hierba.
Existen por ponernos de perfil,
permitiendo que el sol los ilumine.
Existen por que en el fondo los aceptamos,
o quizá nos imbuimos por su opinión.
Permitimos que nos hablen como iguales,
cuando engendran en su mente desiguales.
Permitimos que nos digan cómo vivir,
cuando lo que pretenden no es convivir.
Permitimos el desprecio al hablar,
haciéndonos gracia con mucha sorna.
Quizá un día señalen al diferente,
y al otro al igual simplemente.
La libertad no es una escultura de barro,
la cual moldear a nuestro antojo.
La libertad no es un obsequio de iluminados,
es la capacidad de elegir los caminos.
Cuando a libertad la encadenemos,
habremos fracasado como humanos.

By Clemente