Los caminos no son líneas expontaneas,
dibujadas al capricho de quienes trazan líneas.
Algunos son angostos y llenos de obstáculos
cuya travesía requiere fuerza y decisión.
Son vías que conectan el futuro y los sueños,
capaces de truncarse por la ira y el odio.
Debiéramos entender que nada es seguro,
pudiéndose truncar las ilusiones en un segundo.
Siempre existirá la crueldad y el odio vacío,
aquel que no necesita tener un motivo.
Seres capaces de interferir en el equilibrio,
trastocando la armonía y lo conquistado.
En cambio el tesón y el valor brotan,
cual efecto trascendente de la libertad.
Ese cristal frágil y fácil de romper,
reflejando aquellos por lo que vivimos.
Una libertad no negociable con tiranos,
mas al contrario nos evoca el orgullo.
El orgullo de crear un mundo libre,
donde poder mirarnos como iguales,
creciendo y disfrutando de la vida.
Un orgullo sacando lo mejor de nosotros,
mas allá de los límites meramente humanos.
By Clemente