Un frágil hilo nos une con la verdad,
ese espejo que muestra la realidad.
Por mucho que insistamos en tergiversar
u ocultar la realidad siempre brotará.
Los hechos se pueden manipular y maquillar
pero siempre desde la profundidad,
surgirá inexorablemente la verdad.
Quizá surjan quienes adoren la avaricia,
quienes estén rendidos al poder,
esclavos de la corrupción y sin escrúpulos.
Una avaricia capaz de impregnar y contaminar,
a quien la mire a los ojos con dudas.
Esclavos corriendo como muertos vivientes,
eclipsados por la soberbia del poder,
de sentirse ajenos al resto de los mortales.
Adulados por los de una masa inerte,
incapaz de discernir el valor de la ética.
La verdad siempre romperá las cadenas,
descomponiendo con dureza las entrañas,
la maraña creada por las alimañas.
Destruyendo castillos como si fueran de arena,
mostrando la verdadera cara de la maldad,
desnudos ante ojos incrédulos por la ceguera.
By Clemente