En un desván oscuro un baúl espera,
cual pétreo guardián de las añoranzas.
La luz de una luna llena invade la estancia,
cuando las sombras parecían las dueñas.
El silencio del espacio y el tiempo aguardan,
los pasos de quien se acerca a escuchar.
Pasos lentos retando el misterio a encontrar,
sobre tablones de madera vieja y curtida.
Madera curtida en viejos escenarios de batallas,
capaz de resistir la custodia sin flaquear.
Una brisa impetuosa atraviesa silbando,
una ventana vieja con cristales rotos.
Una pequeña luz se divisa por la cerradura,
de aquel baúl de madera robusta y angulosa.
Una envejecida mano acarició temblorosa,
con la sensación de revivir las historias.
Abrir la cerradura hizo volar las vivencias,
cual remolino ascendiendo a la techumbre.
Demasiada espera de tanto recuerdo,
tiempo recorriendo las agujas al contrario.
Quizá liberarlas sea el mayor gesto en el andar,
y de generosidad con nuestra memoria.

By Clemente

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