Se puede vivir
con la mirada limpia,
o dos caras mostrar
cual arpía.
Se puede vivir
como espectador,
o comprometernos
con los hechos.
Se puede vibrar
de emociones,
o proyectar la frialdad
ante las pasiones.
Decisiones tomadas
por unos u otros,
en espacios temporales
distintos.
Decisiones imposibles
de confluir,
contraposiciones
de formas de vivir.
Quizá sin darnos cuenta
alimentamos,
a un monstruo
capaz de absorbemos,
extendiendo su poder
destructor.
Un monstruo que vive
de las pasiones,
de la oscuridad
donde las dudas
subsisten.
Una bestia que se alimenta
de la desidia,
de la falta de compromiso
con la vida.
Creciendo su insaciable
desprecio,
así como, dominar
bajo la arrogancia.
Cuando las luces
se apaguen,
viviremos en oscuridad
perpetua.
Solo los guías
capaces
de comprometerse,
serán capaces
de cambiar
nuestra mente.
Aunque siempre
la decisión
puede sorprendernos,
pues el veneno
de la prepotencia
puede subyugarnos.
By Clemente