Podemos vivir
construyendo una imagen,
a semejanza
de lo que los demás quieren.
Al contrario,
podemos expresar el ser,
cual reflejo profundo
de lo que queremos ser.
Los espejos siempre
tienen dos caras,
la realidad de lo que somos
y los que deseas.
Nunca confrontar
una realidad con un deseo,
nos produce satisfacción
ni mayor sosiego.
La aceptación de ser
con nuestras limitaciones,
no supone renuncias
ni desistir de ilusiones.
Es el paso necesario
para visualizar el destino,
manifestando lo mejor
de nosotros en el camino.
Quizá lleguemos
a la diferencia como expresión,
aceptando que pueda
darse la no comprensión.
Aún asi, el desistimiento
es una rendición,
cuyo recorrido
nos lleva a la tristeza perpetua,
Ante la incomprensión
o la inferencia ajenas,
debemos persistir
caminando
hacia nuestras metas.
By Clemente