Creamos mundos individuales, en el que protagonista,
es el reflejo de un espejo que proyecta lo que queremos ver.
Un mundo construido con nuestras preguntas y nuestras respuestas,
cual autorretrato de trazos personalizados a nuestra semejanza.
Un mundo paralelo, en el que existimos con nuestras reglas,
sentimos con nuestras latidos y resguardamos la felicidad.
El conflicto surge al romperse el cristal que lo sustenta,
al colisionar con un mundo real lleno de abismos y llanuras.
Quizá la realidad sea un sendero dificil de manejar,
pero la única arma para afrontarla, es viviendo con pasión.
Una pasión llena de energia y vitalidad inagotable,
en la que el horizonte no es un obstáculo sino algo realizable.
By Clemente