La fuerza de una mano está en su capacidad para transmitir,
donde el tacto se convierte en la entrega de energía.
Una energia compuesta de vibraciones llenas de alegría,
una sonrisa descompuesta en moléculas de vida.
Una forma de pactar, capaz de transgredir lo establecido,
permitiendo encontrar caminos nuevos olvidados.
By Clemente