Una fuente de luz invade la oscura noche,
iluminando cada rincón con toda intensidad.
Una energía que habita en un espacio invisible,
en la frontera de los sueños y la realidad.
Cómplice del silencio de la penumbra y la luna,
cual acompañante en el tránsito del amanecer.
Fuerza intangible capaz de provocar agotamiento,
y revitalizar todas nuestras sensaciones.
Chispa de ignición de sueños vividos con plenitud,
atravesando puertas del tiempo y el espacio.
Origen de todo lo que construimos y deseamos,
punto de donde emana el potencial oculto.
Un caudal inagotable digno de cuidado y atención,
cuyo nombre debemos deletrear con pasión,
Ilusión.
By Clemente