Despertar con la sonrisa de un nuevo amanecer,
no significa que los caminos se habran a nuestros pies.
Sonreír no siempre es la llave para ver la alegría,
para ver reflejado en los demás el optimismo.
La importancia de sonreír está en la templanza,
en el equilibrio entre dos mundos de la naturaleza.
Un mundo interior lleno de vida y decidido a vivir,
sintiendo cada segundo como una experiencia.
Experiencia enriquecedora capaz de transformar,
de cambiar una imagen de dolor por calma.
Al otro lado un mundo exterior, que influye,
determina y pone a prueba la coherencia.
Surge entonces la seguridad de una sonrisa,
esa mueca que domina cualquier conflicto.
By Clemente