Una pregunta rondaba mi cabeza, cual remolino,
cuestionando la evolución del ser humano.
Despertarte con la impresión de una involución,
una vuelta a reacciones primitvas o a la sinrazón.
Observar, como desandamos el camino recorrido,
perdiendo respeto y libertad, a cambio de control.
Controlar al disidente, al diferente o libertario,
denominando especies humanas a extinguir.
Se levantan defensores del mercado salvaje,
donde hasta por el agua debemos pagar peaje.
Despiertan quienes consideran la mujer subespecie,
alguien a quien controlar el pensamiento.
Corren por las calles una multitud deseosa de libertad,
olvidando que todos formamos parte de la sociedad.
Siento el fracaso del esfuerzo de tantos pensadores,
sabios que aportaron tanto por nuestra existencia.
Reconozco la existencia de aromas frescos en el ambiente,
mas la duda está en si el olor fetido desaparecerá.
Ese olor a rancio impidiendo evolucionar al ser humano,
ahogandolo en el dando de la discordia y el egoísmo.
Quiza todo cambie de forma radical y aprendamos,
pero la duda me sigue rondando, si existe capacidad.
By Clemente